El humano es lujuria pura,
es huracán sin ver puerto.
Es colina llena de brumas,
desde que nació del deseo.
Camina pisando las uvas,
de la propia vid de su adentro.
Para crear grados que suban,
de la savia de sus viñedos.
Es un borracho que se arrulla,
en el alcohol del momento.
Donde resaca le anuncia,
que el placer, fue pasajero.
El humano se pone cuba,
cuando ve algo lisonjero.
Aunque sepa que la Luna,
está ahí, para que miremos.
Ricardo Campos Urbaneja.
No hay comentarios:
Publicar un comentario