De tus abrigos de otoño,
sabes a pulpa de mar, de fresa y uva remotas
y dulces como la miel de la simiente lejana
donde no cuajó el oporto y el roble se ennobleció
del orgullo de veranos.
Del esperanto y latín puerto de tu palabra
se desmorona mi frase deslucida de su afán
de castizo desempeño al pronunciarte en mi verso
sin saber de tus desdenes a mis sílabas castizas...
Aquí espero verte sobria en mi sueño y mis anhelos,
en la ecuación de tu verbo desnuda de su destino,
parámetro del amor de ilusión y del deseo,
con música en mis oídos y abriles en tu piel
inventando aromas nuevos, desnudando sueños viejos
y creando primaveras de tu vientre con sabor
a flora y a las montañas, con olor a lluvia de mayo
a tierra nueva y a sal, y a sábanas de arena,
a viento sobrio y moreno de tus manos extendidas
y la luz inmaculada de tus ojos alumbrando el sendero
donde anida el amor que por ti sueña...
Es aquí donde te espero, morena de miel y zafra,
porque es aquí donde sueño que me amas con el alma
y yo aquí sabré tenerte, porque ya no es posible amarte
más de lo que te amo....
Ricardo Flores Joya -El Salvador-
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