sábado, 24 de noviembre de 2012

INFARTO CEREBRAL


Cuando el perdón tiembla
frente al ojo que mira hacia otro lado,
la fe adivina refugios.
Como un esguince recoleto
en el penal de una cubitera.
Un punto suspendido en el aire
se aleja de la boca
porque en el aire se intuyen los puzles.
Será un placer allanar el camino
condensado en un estoque de tinta
hipócrita.
Entornarás el tragaluz de tu agonía
surcando la rareza de los nombres
y entrarás como esperma en mi cosmos.
Un cuerpo ceñido entre diplomas
bajo una bata blanca.
Un brazo por donde cae la intención
extraviada
hasta quizá rubricar una mueca
agradable.
Sistemáticamente una ojiva en las cejas
al oír que la palabra instancia
puede configurar todo un discurso
teórico.
La locura popular que nos conduce al
silencio,
a la sangre
que siembra la ira en la piel del llanto,
siempre halla la evasión.
Solo cuando se apague la luz
aprenderé a vivir.

Jaume Vendrell
Publicado en la revista LetrasTRL 52

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