En la intimidad de la noche
quise ahogar mis deseos,
sumergirme en las aguas,
flotar en la nada.
Así me quede dormida…
Soñé que renacía en el tiempo,
el presente fue pasado,
el pasado fue presente,
y el futuro… una ilusión.
Siempre estás en mi mente.
Notaba como tu mano
me apretaba fuertemente,
paseábamos por una mar
oscura, brava y fría.
Yo lloraba agonizante.
Tus besos callaron mi herida.
Tus susurros,
mis lamentos de la vida,
el calor de tu cuerpo
me daba vida.
Te quise enseñar las olas
que cantaban nuestro encuentro,
del firmamento las estrellas
que alumbraban nuestros cuerpos.
Y cuando el sol
levantó sus rayos,
mis ojos se desvelaron
y me di cuenta
que todo había sido
un romántico cuento
que en la soledad de la noche
había sido creado.
María Sánchez -San Fernando-
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