martes, 20 de noviembre de 2012

HABLO DE ESE TIEMPO


Hablo de mañanas perezosas que no quieren despertar,
de peines remojados que domaban remolinos,
de rebeldes legañas, de bostezos matutinos,
de todos los momentos que quedaban por llegar.

Hablo de tardes de chocolate entre migas de pan,
de plazas donde hallar los escondites,
de batallas donde todos los fusiles
disparaban con la boca sin matar.

Hablo de noches de padrenuestro al acostar,
de pijamas de algodón bajo la almohada,
de sábanas con mi nombre bordadas,
de monstruos que se olvidan al soñar.

Hablo de ese tiempo que una vez,
que una vez y nada más
vive el hombre que creció.
Ese tiempo en que volar
era más que una ilusión.
Ese tiempo en que morir
era estar callado y esperar.
Ese tiempo en que llorar
se calmaba con reír,
ese tiempo en que reír
era más que no llorar.
Ese tiempo en que jugar
se acababa al despedir
a un amigo en su portal.

Gustavo González -Valladolid-

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