En mi locura
escribí,
lágrima a lágrima hasta quemar
mis ojos, mi garganta entera.
vehemente deseo
resbalando mi fe con su dolor
o el mío,
tan poco acostumbrado a los vaivenes
de la muerte y la vida.
Muerte que acabas,
vida que comienzas.
Tal vez entre las dos esté el olvido.
Isabel Díez Serrano, España De su libro “Del tiempo y sus Ocasos”
Publicado en la revista Carta Lírica 17
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