miércoles, 19 de septiembre de 2012

TRISTEZA


Tengo triste la nuca
como beso sin dueño,
como carta sin dirección, sin nombre.

Este miedo me viene de otro siglo,
de otro golpe de espadas.

Si encuentras mi dolor abandonado,
no dejes que se quede a la intemperie,
abrígale un rincón bajo tus huellas.

Sopla fuerte y no dejes
que las murallas roben nuestros gestos.


Del libro El destino nos ata y nos desata de Juan Calderón Matador



No hay comentarios:

Publicar un comentario