viernes, 7 de septiembre de 2012

REFLEJOS


para mí comer es siempre un júbilo,
veo un plato lleno y escucho música,
trompetas de gracia remecen mi sangre
como un domingo lleno de besos invisibles.
La razón de esta rara metafísica es
que desde mi vagido inaugural
comimos solamente los días de fiesta.
Niños de américa, desentiérrense en masa,
levántense y anden los cajoncitos blancos en alto,
ha sonado la hora de la sopa total,
nos vamos a comer hasta las uñas
al cuco de washington que nos dejó sin cena,
sopa o muerte, buen provecho.

Del libro Sangral América de JULIO HUASI -Argentina-

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