lunes, 10 de septiembre de 2012

LA GRAN SEQUÍA


Es el año 2070, la Tierra ha sufrido varias guerras y está por completo destrozada. El poder de muchas de las naciones ha desaparecido y los países antes conocidos, dejaron también de existir. Anarquía, es lo que hoy prevalece en muchos de los lugares en donde se han establecido asentamientos humanos. Los más fuertes toman el poder para ser desplazados por los más violentos, que a su vez después de un tiempo caen por las masacres desatadas por los depredadores, que son los que se imponen.
Los depredadores son los que han logrado extender sus dominios, luchan por conquistar nuevos lugares y hacerse con el poder. Prevalece la prioridad de la supervivencia, el planeta Tierra se ha acercado más al sol y los calores son muy fuertes. La comida escasea debido a la gran sequía y predomina la hambruna. La mayor parte del planeta es desértico y árido. El agua es el recurso más preciado.
Este año, los depredadores tendrán que enfrentar la más fuerte sequía en por lo menos veinte años. Han acabado con el agua que poseían y las reservas acuíferas de las colonias conquistadas a través de la fuerza, también se han agotado. Hay lugares más al Norte que no han atacado aún, por miedo a lo desconocido. Se rumora que ahí están preparados desde hace lustros para recibir un ataque de los depredadores y están seguros de poder vencer. Pero los depredadores no tienen opción, el agua escasea y no podrán sobrevivir sin ella. Así que ya no tienen nada que perder, la sequía tarde que temprano los matará también. Convencidos de este hecho, parten a la guerra contra los del Norte. Cuando están a un kilómetro de llegar a su destino, el líder se detiene y les dice:
—Señores, hoy el agua es el recurso más valioso que existe. Por poseerlo matamos o morimos; así que ¡al ataque!
A medio kilómetro de la entrada a la gran ciudad, un fuerte torrente de agua los alcanza y los ahoga. La ironía del ataque preparado por los del Norte, fue lo que los tomó por sorpresa. Estaban preparados para pelear, pero no para morir ahogados.

María del Socorro Candelaria Zarate (México)
Publicado en la revista digital Minatura 120

No hay comentarios:

Publicar un comentario