Parece ser que la palabra gaucho deriva del término quechua "huachu", que significa sin padres. Esta palabra se usó en las regiones del Plata, Argentina, Uruguay y aún en Brasil, para designar a los jinetes de la llanura o pampa dedicados a la ganadería.
El gaucho es una especie de vagabundo de la pampa, rústico y varonil que sabe defender su honor y demuestra valentía en circunstancias de peligro Su origen criollo proviene de la mezcla de sangre entre el español y el indígena.
El gaucho luchó durante doscientos años contra las hostilidades de los indígenas y la tierra. Forjó un espíritu noble y osado. Vivió nómada, sin apegos ni prejuicios, cantó su rebeldía y amó la libertad. Nunca tuvo patrones y se ganó el sustento trabajando en el campo. Hábil jinete y criador de ganado se caracterizaba por su destreza física, su altivez y su carácter reservado y melancólico.
Realizaba casi todas las faenas a caballo, animal que era su mejor compañero y toda su riqueza. El lanzamiento del lazo, la doma, el rodeo de hacienda y las travesías, eran llevadas a cabo por los jinetes que hacían del caballo su mejor instrumento.
Del conquistador recibe el caballo y la guitarra; del indio, el poncho, la vincha, el mate y las boleadoras. El refrán es su forma típica de respuesta.
"Cortito como patada e' chancho"
"Atravesau como trote e'cuzco"
"Se defiende como gato panza arriba"
"Quedó como hormiguero patiao"
"Más pegau que estampilla en sobre viejo"
Si bien en el sur argentino los gauchos mostraban cierta indisciplina, en el norte de Argentina de principios del siglo XIX tuvieron un papel distintivo, ya que tuvieron un trascendental desempeño militar en las luchas por la independencia de España. Este se dio particularmente en la frontera con el Alto Perú. Su lucha fue descripta y recordada épicamente por Leopoldo Lugones como La Guerra Gaucha
Publicado en la revista Mapuche 61
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