A través del vapor tibio del café de la mañana, ve su rostro frente a él.
No se convence de la mujer en que se ha convertido en estos años, tan hermosa, tan segura. El vapor da cierto calor a la conversación, superficialmente hermosa. Terminan, emprenden rumbos distintos. La escarcha acompaña su camino, sus pensamientos lo adornan. Llega a la estación y están algunos de los rostros que el tiempo ha hecho familiares. Inspira hondo y desea que sea un buen día, no uno más, sino un buen día.
MÁXIMO ACUÑA CARVALLO (Chile)
Publicado en el libro Antología de cuento iberoamericano en vuelo
Los libros de las gaviotas
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