jueves, 30 de agosto de 2018

ALIENACIÓN / ANÍMALES / ESPERANZA / LÍMITES


ALIENACIÓN

Despertó en una cama que no era la suya. No reconocía las sábanas, ni su olor, tampoco la firmeza del colchón ni la textura de los almohadones. Aquella habitación extraña era muy luminosa, cegadoramente luminosa.
No recordaba cómo había llegado hasta allí.
Salió de la cama. Estaba desnuda. Miró su cuerpo. En aquellas angulosidades no reconoció sus propias redondeces.

ANÍMALES

Hicieron el amor salvajemente, como dos fieras.
Tiempo habría después para lamerse las heridas.

ESPERANZA

El cigarrillo terminó de consumirse con la ilusión pasajera de sentirse reencarnado en el ave fénix.

LÍMITES

No se atrevió a traspasar la línea. Le habían advertido para que fuese precavido y no asumiese riesgos innecesarios.
No intercambió palabra alguna con aquel desconocido que, del otro lado, lo miraba con ojos asustados. No se dio cuenta de que aquel otro podría haber sido su propia imagen en el espejo. El miedo lo tenía atenazado. El del otro lado abrió la boca y profirió un gemido que rebotó y siguió rebotando. Como un eco.

Del libro Prismas de MÓNICA RODRÍGUEZ JIMÉNEZ

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