ABANDONO
El día en que la mujer le cerró la puerta de su vida, el mapa de los lunares del cuerpo del hombre se quedó, definitivamente, sin fronteras exploradas
AÑORANZA
El día en que la mujer perdió los lunares del cuerpo del hombre, sintió que se le marchitaban dedos, labios, ojos, los propios latidos de su corazón roto
POSIBILIDAD
El día en que los lunares del cuerpo del hombre se rebelaron contra tanta nostalgia de besos, se dijeron que ya era hora de reconciliación.
Del libro Prismas de
MÓNICA RODRÍGUEZ JIMÉNEZ
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