jueves, 30 de agosto de 2018

SÉ QUE EXISTES…


¡No te siento!,…
es tal tu desdén
que mi olvido más terco,
al recordar, te dedico.
Hoy, cumplido un año más,
echando pensamientos atrás,
sigues allí con ellos.

Existen sentimientos
con los que se expresa
natural el alma:

 ¡Sí, el alma que desmereces!

…ese ente superior
que en el corazón
permanece en calma
y de la que tú,
por tanto desdén, careces.

Sentimientos suyos
que, en ti, pecan de mundanos
y todos ellos en tus manos
haces de muy tuyos.

Flaquezas capitales,
cristalinas, que dan el pego
a quien, harto de ego,
presume de ti cuando sales:

¡Siete son tus pecados
que no cambian de ruta!
… y cual rosario,
fiel desgranas a diario
en brebajes de cicuta:

Lujuria.
Pereza.
Gula.
Ira.
Envidia.
Avaricia.
Soberbia.

Puro veneno,
entre otros predilectos,
que solo reptiles e insectos
usan con gusto del bueno
y sinsabores selectos:

¡Hembra, al caso, eres!,
… sensual y voluptuosa,
rayana en la impudicia.
De poquísima vergüenza
que tú, llevas de virtuosa:

¡Perezosa de postín!...
Ni el culo levantas
para otra cosa
que no sea por lucirlo
o llevarlo de festín.

Golosa de gustos refinados
que, de capricho en capricho,
engordas con formas
de puro vicio:

¡Cólera viva!
Rabia, por el suplicio
que desatan
tus mil y un caprichos
no consentidos
que tu afán motiva:

¡Pura envidia
que sientes
por quien, al natural,
cautiva
y aún más te fastidia!

Pedigüeña de libro,
que no das
ni lo que en ti sobra
de avara ambición
que siempre cobra.

Puñetera altanera
de mirar soberbio y desafiante;
sujeto al talante
del rímel de tus pestañas,
por ver a tu manera
las gracias conque te apañas

Estéril requiebro del peor vocablo:
¡Tela de araña sin final feliz
que rindes tu culto al mismo diablo!;
… del que ni siquiera por viejo hablo
al ir contigo de mero aprendiz.

Paco Aguilar i Espada

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