viernes, 31 de agosto de 2018

FRÍO DE SOLEDAD


El frío de la noche, congelaba.
Traía oraciones fúnebres de ancianos sabios,
cantos de letanías, nieblas de inciensos,
escalofríos de muerte, aprisionando almas.
Su mirada hundida, opaca, apagada
Quería zambullirse en fosas de holocaustos,
… sabia que no le quedaban muchos años,
Nada lo había tomado en serio, corta es la vida.

Rodeado de miserias del alma, tristezas cojas,
le ampollaban más las nostalgias,
las culpas le ardías, le quemaban,
en el final de sus días… todo era un infierno.
Su jardín de ilusiones y amores,
en ruinas, marchito… desolado,

se paró frente al ventanal empañado,
sereno, sobrio, respiró sonrisas de mariposas
sin tensiones, enterró preocupaciones pasadas,
bailó con buen ritmo, aromas de rumba.
Navegó en el tiempo, sin pecados,
siempre desnudo en cuerpo y alma,
sin condicionamientos, sin esperar nada,
amó sin medida, sin limites…

con devoción sagrada, quería axfisiarse
con música, poemas, pinturas, teatro…
atrapado en soledades cansadas, rumea recuerdos,
sacrificios de amor sin cansancio por sus hijos… volaron alto,
alegrías y mil travesuras con los amigos de estudio y trabajo,
la entrega sin secretos a sus amores fugitivos, dejó su corazón.

Pasa un día y la eterna noche, solo golpea a la puerta…
la fría y muda soledad...

Álvaro Álvarez Rojas (aprendiz de poeta) -Colombia-


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