MANOS LUCHADORAS

a nadie le importan tus fracasos, ni a ti deberían importarte
lo único que importa en los negocios es aceptar una sola vez
y entonces,
todos dirán
cuan afortunado eres hoy día en este segundo del minuto
en esta hora,
por tal motivo
no hay porqué avergonzarse de los posibles fracasos,
hay que aprender de cada uno de ellos y empezar de nuevo.

no podemos resolver nuestros problemas,
con la misma forma de pensar
que usábamos cuando los creamos y de eso debo estar convencido,
que lo único que separa a los emprendedores con éxito
de los que han fracasado,
es la perseverancia nacida desde su alma a su cuerpo.

una persona que nunca se ha equivocado
es porque nunca ha probado nada nuevo en su vida como ser terrestre,
por tal razón no debes o debe centrarse en porque hacer algo
eso lo hace todo el mundo,
centrémonos
en conseguir y convertirlo en excepción hoy día.

en veinte años o más o menos posible quien sabe no se sabe hoy
esteremos muchos y otros,
decepcionados por las cosas que no hiciste que por aquellas que hiciste
así que suelta de una vez por todas,
esas posibles amarras y navega desde tu ser alma a ese tu ser cuerpo y al mundo.

entrega siempre
más de lo que se espera de tu ser humano ese terrestre
con alma y cuerpo ser no perfecto.

el éxito para contratar a las personas adecuadas hoy día
es este momento de buscar para ti,
es esa gente que quiere cambiar el mundo
observa, escucha y aprende de cada uno de ellos a tu lado,
tú o yo no podemos saber todo por sí mismo
cualquiera que piense eso esta destinado a la mediocridad.

el precio del éxito
es trabajo duro, con dedicación y determinación en que se gane o pierda,
habiendo hecho todo lo que estaba en sus manos.

Alejandro Madriz Martínez