LA VELA SUEÑA

"Deja susurros la vela,
en su llorar de cera caliente,
en su final de viejo principio,
en su bailar mientras la noche duerme.
Juega a ser estrella,
tintineante en su balbuceo,
iluminadora de su entorno,
en lo oscuro tal vez lucero.
Danza con sus penumbras,
en amarillear lisonjero,
pinta con sus tiemblos,
curvaturas y silencios.
Los ojos miran,
las pieles tiemblan,
las manos rozan,
la vela sueña.
Los dedos buscan,
complicidad de luz,
camino escrito,
que la vela dejó.
Vaivén fugaz,
que la vela acuna,
imitando la luna,
que en la noche vendrá.
Su tiritar se contagia,
bajo las telas frías,
la silueta la mira,
las sábanas pesan.
Que la ausencia llueve,
como derretida cera,
se desliza en superficie,
hacia dentro quema.
Llega la noche,
que el palpitar escucha,
sombras en el techo,
los ojos se nublan.
Baila la llama,
en el besar del aire,
el corazón grita,
en silencio pasaje.
Espera del tiempo,
su lisonjero brebaje,
el espacio que cita,
al alma que late.
Los ojos miran,
las pieles tiemblan,
las manos rozan,
la vela sueña."

Del libro: "Sueños y otras intermitencias" de Emilio Juan Gilabert Fernandez