La poesía es la noche: se alimenta de
monstruos y símbolos, es el lenguaje
de las tinieblas y los abismos.
Ernesto Sábato
En mis persistentes
cabriolas mentales,
me elevo y desciendo,
como ícono oscilante.
Nunca me detengo
en la vaga neutralidad
del centro;
que no es agua
ni fuego,
que no es día
ni noche.
Sólo en las alturas
y los abismos,
habitan los fantasmas
que me nutren.
Del libro Hallazgo tardío de SERGIO BARTÉS -Argentina-
Publicado en Editorial Alebrijes
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