jueves, 11 de mayo de 2017

ESOS OJOS, MADRE


Jamás había visto unos zafiros
cuando vi esa piedra, que era preciosa,
me recordó a ese negro en tus pupilas,
porque dos zafiros eran tus ojos.

Como dos gemas negras en el día
resaltaban con los rayos del sol,
y brillaban como dos lentejuelas
iluminaban tu faz que mirábamos

Tu mirada era cristalina y tierna
de jaspeados colores nocturnos
que aparecen por la ausencia de luz.

Me encantaba ver tus grandes retinas
llevaba mi mirada a tus párpados,
eran tus luceros, dos mantos nobles.

Linda Patricia Candanoza -COLOMBIA-

No hay comentarios:

Publicar un comentario