Apretando bien el paquete apuraste ese vaso
saliste corriendo a la calle, él te estaba llamando.
La puta que feo que fue sin la margarita
las sirenas están sonando y yo sin agua bendita.
La noche que rompe la copa vendiendo ilusiones,
dejándote retazos de sueños por los rincones,
pero nena, tu risa es la magia de los rocanroles
tatuada llevo la marca de tus aguijones.
Curaste todas tus heridas con agua podrida
le mentiste al diablo tres veces vendiéndole flores,
y te llevaste en andas al ángel de los perdedores.
Escondiste todos tus recuerdos en una guarida,
jurando que nunca dirías alguna mentira
pero vienes de esos callejones que funden alcoholes,
donde solo campeonan los peones.
Curaste todas tus heridas con agua podrida
le mentiste al diablo tres veces vendiéndole flores,
y te llevaste en andas al ángel de los perdedores,
y te llevaste en andas al ángel de los perdedores.
Rodolfo Luis González
Publicado en la revista Estación Quilmes
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