Si mis palabras
navegan en tu voz
entonces tu voz
es tanto tuya
como mía.
Si mi corazón
también late en tu pecho
entonces mi corazón
es más tuyo que mío.
Y si la piel de cada cual
ahora tiene
el aroma del otro
entonces el cuerpo y el alma
de los dos
se han transmutado en luz
por obra y gracia
del Amor.
VICTOR DIAZ GORIS -República Dominicana-
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