Danzan manos y cabellos
en ahogados sollozos de despedida,
secreto y pecado soy en tu vida,
en silencio te acompaño sin alegría...
Despedidas que llegan
y a mi, me abren heridas,
te tengo tan poco...
¿ por que, vida mía?.
Me susurras te amo
pero, vuelas para días,
gritos entrañables de venas,
mi amor secreto de por vida...
Estuvimos juntos hasta que cerró sus puertas la madrugada.
La ventana está fría no encuentro tu mirada,
fuimos un alma atrapada por el cuerpo,
guarda tus palabras que el olvido es
una sombra que se va con las mañanas.
Quizá volverán las aguas a su cauce de ausencia
y danzaran las manos como siempre se amaron,
quizá te faltó alegría, tal vez me abrazó la melancolía...,
tocaran campanas a regreso y seremos un alma para dos cuerpos.
LOLA WIZNER Y FERMÍN JESÚS VADILLO
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