lunes, 26 de noviembre de 2012

LOS GRITOS SE APAGAN... SE APAGAN


— ¡Despierta, de prisa! —Sacude el pequeño a su hermano— ¡Despierta!
— Déjame dormir.
—Hay algo allá afuera.
—No hay nada es sólo tu imaginación. Duérmete.
Se escucha un grito fuerte de mujer.
Los niños abren más los ojos y el más pequeño abraza al mayor.
— ¿Qué hay afuera, Carlito?
—No sé, —otro grito confundible surge—, pero no es bueno.
El hermano mayor se dirige hacia la puerta, cambia de rumbo y, entre las aberturas de las maderas que
componen el muro, ve las luces de las chozas que van encendiéndose una tras otras. Se van apagando. Los gritos se van tornando más fuertes como si lo que los está causando se acerca.
—Manito, tengo miedo. —El niño toma la sábana y se arropa hasta ocultar su cabeza. Carlito mira hasta
donde puede ver, y tiene éxito, ve a alguien… una sombra casi confusa y por la iluminación de un relámpago puede apreciarla con mayor claridad.
El muchacho corre hacia a la cama y se cubre como su hermano. Se escucha un ruido extraño…
Hay silencio…. Toca fuerte la puerta lo que está detrás, vuelve hacerlo una y otra vez… Los niños tiemblan, el sudor brota de la piel, el corazón no puede acelerarse más.
Cierran los ojos… La derriba.
Permanecen con los ojos cerrados con todas sus fuerzas, se abrazan uno con el otro, con los cuerpecitos que les tiemblan. Y lo que fuese que tumbó la puerta, entra despacio como a la espera de
que haya algún movimiento.


Basado en el cuento En el submundo del terror de Stephen King.

Vicente Arturo Pichardo (República Dominicana)
Publicado en la revista digital Minatura 123

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