Amanece.Cristales de sal
levantan sus estatuas,
patabanes sumergidos
tras el fondo
de sus mares
Un bujamey
se sirve de la espera
desempolva
el rojo de sus techos
de críticas, alabanzas,
la adarga hechizada
de un decir
quién da más,
enfilar la sonrisa
el sufragio superable
del que calla.
Reinaldo Armesto Oliva. Cuba
Publicado en la revista Oriflama 18
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