martes, 18 de septiembre de 2012

VIAJE A LA TRANSPARENCIA


de Nelly Sachs
Francisco Vélez Nieto (Desde España. Especial para ARGENPRESS CULTURAL)

“Para que los perseguidos no se vuelvan perseguidores”
Nelly Sachs

Puede parecer la crítica de esta obra completa de la poeta judía alemana Nelly Sachs (Berlín 1891-Estocolmo 1970), una comparación provocadora, algo extremo, fuera de lugar frente a la actualidad. Mas siempre que se guarden las formas y no se juegue con cartas marcadas, con el drama y la belleza y sentido de su contenido trágico, las comparaciones literarias e históricas jamás pueden ser odiosas y menos descargo de conciencia, justificación, de aquellas culpas de las que se es conciente pero no cómplice.

En estas fechas cuando el mundo se conmueve a medias de lo que viene sucediendo en Palestina y Gaza, con esas pausas que suelen calmar a los ingenuos y fingir a los conversos de ocasión, me pregunto que tal vez si en el gobierno de Israel hubiera ministras poetas como Nelly Sachs, Sarah Kisch y Paul Celan, Primo Levi, Rosa Ausländer, entre otros muchos, esta criminal barbarie tal vez no estuviera siendo hoy una sangrienta realidad histórica sangrante.

“Se acercó ayer aún la madre como / una blanca luna al sueño, vino la muñeca con el rojo de las mejillas / prendido a besos en un brazo, vino el animal empapado, ya vino / en el amor, en el otro brazo,- sopla ahora el viento de la muerte, / arranca las camisas sobre los cabellos, / que nadie más va a peinar”

De aquí invitar a beber versos de exquisita armonía, creo, leer con pausa y objetividad a esta inmensa poeta poseída de un misticismo realista, nada de religiosidad fanática y ciega, sino imperiosa necesidad, partiendo de su propia concepción poética sobre el Holocausto es placer para la inmensa minoría deseada por Juan Ramón Jiménez. Porque como señala al principio del prólogo su traductor Reina Palazón “Auschwitz es el máximo reto de la barbarie a los fundamentos de nuestra cultura universal. La literatura se ha visto desafiada de una manera especial por el Holocausto, dado que, con la imaginación histórica, la imaginación literaria fue puesta en entredicho por los campos de exterminios nazi”. De aquí que la lírica puede estremecer por su realidad, dolor, humanidad y belleza:

“TIERRA

“Han estirado todas la cuerdas de tu muerte, / hasta el fin han besado tu arena; ella se ha vuelto negra / por tanto adiós y tanta muerte fabricados”

Luego, invirtamos las fechas de este compromiso poético, actualicemos los tiempos ante una sociedad cada vez más deshumanizada, y no podrá parecer oportunismo o escapismo hacer la valoración justa del valor vivo y real de su contenido poético, libre de toda especulación literaria, pura lírica comprometida , sí lo transplantamos a esta hora actual de la tragedia. Del dolor comprometido Porque como señala Reina Palazón con absoluto acierto y firmeza de conocimiento “la poesía absoluta no es en Nelly Sachs un escapismo sino como en Celan un intento de unir el arte absoluto con el compromiso de los oprimidos y perseguidos”.

“¡Hoy ruiseñores en todos los bosques de la tierra! / Herencia alada de pueblo muerto, / indicadores de camino de los corazones rotos, que os llenáis durante el día con lágrimas, / sollozad, sollozad fuera de la garganta l silencio terrible ante la muerte”

Porque sin ninguna duda, aunque la poesía de calidad se debe explicar por sí misma, el valor de esta obra poética está representado por su inmenso sentido poético y compromiso exigente por el lector. Y que como guía, él, para asumir su lectura, debe como necesidad primera de leer el prólogo que ofrece el traductor de tan sentida como exquisita versión al español de “Viaje a la transparencia” de esta Nelly Sachs, donde la belleza del verso está uncida al dolor de la tragedia:

“Tú recuerdas las manos de la madre que excavaban una fosa / para lo que murió de hambre junto a su pecho. / Tú recuerdas las palabras de delirio / que una novia exclamaba al aire para su novio muerto”

Porque “la poesía absoluta no es en Nelly Sachs un escapismo sino como en Celan el intento de unir el arte absoluto con el compromiso con los oprimidos y perseguidos”. Es un canto desgarrador a la insensibilidad y la indiferencia mezclando las cosas pequeñas con el universo que se relacionan “en una paradoja mística” y el sentir diario del poeta que ha asumido con la plenitud de sus sentidos como “el máximo desafío a la fe en la alianza de Dios y el pueblo judío y a la continuación de la historia”. Y como es una historia realmente vivida y sufrida en este caso, puede ser perfectamente con toda dignidad del ser humano y Dios no reducirla a una exclusiva fuerza dominante.

“Tierra, / muchas heridas hacen en tus cortezas / para leer tu estructuras de estrellas / que en noches está envuelta hasta lo alto de Su trono”.

Toda una gran obra lírica merecedora de los más calmados y sentidos elogios, un gozo vertido a nuestra lengua. Incluso un estremecedor y silencioso llanto.

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