Acostumbrada a tus reproches
Casi no vi venir los primero golpes
Magullada excuso tus gestos
No importa su naturaleza, no los reconozco como tan grotescos
Un ojo morado
Un hueso fracturado
Esa lágrima que resbala por mi rostro
Es señal de un corazón destrozado
Tu inseguridad me aísla
Tus celos me dejan sola
Mi miedo me paraliza
La situación me ahoga
Debo decirte adiós
Si espero será demasiado tarde
Un enfado más
Y la muerte, de tu brazo, vendrá a buscarme.
AZAHARA OLMEDA
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