Hoy quiero apostar a ti.
Me voy a jugar la inocencia que me queda
la última reserva de suspiros.
Conozco de tus pasos sobre el cielo
del brillo de tu piel bajo los astros.
No abundan las buenas referencias
pero ya lo he decidido.
Hoy quiero apostar a ti.
Lo arriesgaré todo al aletear de tu sonrisa
aunque la frivolidad saque de nuevo su espada
aunque tu pelo
no sea más que un torbellino de hojas de otoño
aunque mi pluma infarte de sobresaltos
y esta impoluta hoja se manche con mi nostalgia.
Así las cosas.
Hoy quiero apostar a ti.
Vengas o no sólo me resta esperarte.
MARAY NAVELO VELÁZQUEZ -Cuba-
sábado, 28 de abril de 2012
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