Como te mato, te destruyo, te consumo,
como acabo con tu fauna, con tu flora,
te contamino, te seco y lleno de humo,
mi ambición desmedida, te devora.
Extermino tus hijos más hermosos,
solamente por tenerlos de trofeo,
algún día sabré cuan doloroso,
es querer volver a ver lo que no veo.
Si yo pudiera detener, si yo pudiera,
ese daño que la vida ya me implora,
y drenar el exterminio y su quimera
para ver surgir la vida como aurora.
Si yo pudiera, con amor, si yo pudiera,
evitar que mi mundo sea un desierto
y ver sugir así, por donde quiera,
todos los seres que por mi culpa han muerto.
ARMANDO GUZMÁN MAGDALENO -Cuba-
lunes, 30 de abril de 2012
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