Circular el universo envuelve al tiempo
que paradójicamente trae envuelto
parte suya, el universo nuestro.
Pero solo el devenir guarda secretos
recónditos en la memoria de los hombres
y el inconsciente misterioso los esconde
hasta que los ilumina el sentimiento.
Lo vivido, lo presente y lo posible
se confunden en círculos concéntricos,
por eso es responsable nuestro tiempo
que en su paso graba huellas invisibles.
Es la mezcla de finales y de inicios,
sueños, causas, porqués, antes, ahora,
el estado que altera nuestra lógica
y pone en duda nuestra fe, nuestros principios.
Entonces nos sorprende descubrirnos
en negaciones ocultas desde siempre,
sentimientos y razón se contravienen
en vaivenes y total desequilibrio.
Así ocurren fatales decisiones
tontamente convencidos del acierto
y otra vez el devenir, verdugo atento
inmutable guardará nuestros errores.
Es el caos de cada íntimo universo
liberado de la ley que rige el tiempo
que acelera y enlentece, tan enfermo,
pero nunca retrocede, impertérrito.
Poeta Isabelino López (Uruguay)
Publicado en la revista La Urraka
viernes, 27 de abril de 2012
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