Cuando cambiemos las espadas por flores
con olores,
cuando cambiemos la violencia
por la no violencia,
entonces seremos felices,
porque no hay mayor felicidad que sentirse bien con uno mismo.
Aunque a veces para conseguir la paz
tengamos que mostrar nuestro lado más reservado,
la violencia no vale la pena,
para conseguir la paz,
o para conseguir el amor
que mucho antes te producía dolor,
te alegras de tenerla a tu lado,
lo tomas como una recompensa por lo que has luchado.
Cuando aprendamos a pensar
antes de pelear,
utilizar palabras
como únicas armas.
Yo pregunto ¿qué es la paz?,
para unos puede no ser lo mismo que para otros,
en mi opinión,
es el conjunto de sentimientos
positivos,
que se guardan en el corazón.
JUAN JUNQUERA BORRAZAS -Conil-
lunes, 30 de abril de 2012
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