Cuando te conocí creía que sólo había un cielo.
Pero desde nuestra separación
es todo tan distinto
cuando miro en mi corazón
porque eres la sombra que me estremece
aquella que se cierne en mi interior.
Hoy voy por una carretera que no está señalada en ningún
mapa.
Decirte adiós no es fácil.
Sé que te echaré de menos.
Pero es mi alma la que te dice hasta la próxima
hasta que el destino nos vuelva a reunir.
Por ello sé que existe un nuevo cielo más allá de esta
soledad que me acompaña
porque eres el amor que no se olvida
aquel amor que no se apaga.
Tú eres el amor que siempre resplandece
porque tú y yo somos el amor que canta más allá de la vida y
de la muerte...
MARCO ANTONIO LEÓN SUÁREZ -Ecuador-
lunes, 30 de abril de 2012
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