Caminando por el cementerio una noche de Noviembre,
me encontré a un viejo amigo que lamentaba su muerte,
tocaba su guitarra y se limpiaba lágrimas,
y a ratos su cara levantaba y miraba triste su lapida...
Me acerque a él y sin darme cuenta, ¡cantaba también!
"Aaaahy que dolor tan canijo
sentirse muerto y solito
ni la llorona me visita y eso que aquí vivo..."
Y mientras miraba su tumba,
comprendía más su dolor,
¡en ruinas!...
¡a poco de un año de fallecido!,
¡como fue posible tal olvido!...
Ahora si que me dolió
ver a aquella alma sufriendo de dolor;
con guitarra en la mano
comencé a cantarle yo...
"Si cantando a la muerte, olvidarás ser infeliz,
vamos amigo por un trago de anís
verás como descansarás y gozarás
mientras tu muerte muy pronto pasará..."
Las almas aquí no descansan
solo dejan de sufrir,
las almas aquí caminan y comienzan a vivir...
en un mundo de colores donde creamos al ser feliz...
¡Si los vivos supieran de ello,
también querrían aquí vivir!
como siempre lo destruirían todo,
y a ningún lado nosotros podríamos ir.
Cantando entre almas estaremos toda la noche,
esperando sea mañana y ver flores en las lápidas;
todos recuerdan ese día, el día de todos los santos,
porque afuera está la conciencia, que no los deja ni a ratos...
Al día siguiente nos encontraremos caminando y cantando,
viviremos entre los muertos y las almas que van llegando...
¡Canta amigo a tu alma que olvidado no estarás,
solo no has aceptado, que muerto tú ya estás!
La catrina ya se acerca y los vio a ellos cantar,
con sus bellos atuendos brillantes se puso a bailar...
¡Mira amigo!... Con una palmada en el hombro le llamo,
La catrina nos coquetea, ¡haber quien hoy le llena su corazón!.
Cantando al alma toda la noche
pase en vela viéndolo bailar,
con la catrina bella a su lado
y él con sus huesos disfrutando y castañeando...
¡Así te quería ver! ¡Le grité emocionado,
huesudo y feliz, por fin descansando!
Cantando al alma estábamos
los muertos olvidados.
Cantando estábamos aquella noche
en vísperas del día de todos los santos,
en los que los vivos vuelven...
nos arropan de luz, flores y cantos.
Veronica Beatríz Ortíz Gallegos -México-