DÉCIMO CUARTO TRABAJO
UNA TARDE DE INVIERNO
Una tarde de invierno, un matrimonio entrado en años, está recordando su vida sentado en el salón de su casa.
Sole.- ¿Te acuerdas Luis la primera vez que fuimos a Benidorm?
Luis.- Sí, fue el verano que nos casamos. Entonces Benidorm, no era como hoy, no tenía hoteles de cuarenta pisos.
Sole.- Es verdad, lo que recuerdo es que en ese viaje lo pasamos muy bien y además encargamos nuestro primer hijo.
Luis.- Verdaderamente en nuestra larga vida de casados nos han ocurrido muchas peripecias y anécdotas. Estoy recordando cuando fuimos a África y tú estabas empeñada en que el guía era un salvaje, vestido con el traje de algún turista, al que se había comido.
Sole.- No me digas que no llevaba razón. Si olía a selva a 10 metros de distancia.
Se rieron y siguieron hablando.
Luis.- Es verdad que lo pasamos muy bien en nuestro viajes. Como aquella vez que me metí equivocado en la habitación de al lado y la señora que estaba dentro empezó a dar voces.
Tuvo que venir el dueño del hotel para aclarar todo y tú decía que tu marido era un buen padre de familia. Ella no atendía a razones. Cuando se tranquilizó le pedí perdón y al final terminamos en paz. De esto salió una amistad que todavía dura.
PILAR SÁNCHEZ BARCIA
EL VIDEO JUEGO
Te sumerges en ese viaje
que muchos denominan salvaje,
te pasas todo el día jugando en el salón
tu madre te pilla y tú la pides perdón.
JUAN JUNQUERA BORRAZAS
¡QUÉ VIAJE MÁS SALVAJE!
¡Qué viaje más salvaje!
Con lo bien que yo hubiera
estado descansando en el
sofá de mi salón arropadito
con la manta o el edredón.
Y no sufriendo en esa catastrófica
expedición
que si me descuido me dejan
sin pantalón
y para colmo el guía no paraba
de pedir perdón
¡y yo hacerle caso a mi amigo
Andrés!
Un viaje de ensueño vamos
a emprender me repitió una
y otra vez.
Si lo llego a saber no me
coges por primo, amigo Andrés.
CARMEN PÉREZ MARTELL
EN MI SALÓN
Siempre en mi salón me gusta sentarme y relajarme un poco tomando una taza de café por la tarde, mientras mi hijo pequeño jugaba un partido de fútbol con su hermano. A veces ve cosas en el videojuego que son salvajes y a mí no me gusta nada. Pedí a mi hijo que juegue con juegos menos agresivos, siempre me pide perdón y vuelve a hacerlo.
Un día le prometí a mi hijo si sacaba buenas notas y cumplía con sus deberes le llevaría de viaje a Francia. Se puso contento y cumplió con sus deberes.
MALIKA EL BOUZIDI
EL VIAJE
I
No he podido reprimir
las ansias salvajes
de irme de viaje
y abandonar el salón
donde tú me dejaste
triste y aburrido
esperando tu perdón
que nunca llegó.
Me fui sin equipaje
sin decir a donde iba
porque no deseaba
que mis pasos siguieras
y descargaras tu salvaje
ira contra mí
que siempre quise este viaje
hacer contigo aunque
mi error nunca tuvo perdón
y solo me dejaste hundido en el sillón.
Fue un triste viaje
porque sin ti
yo no soy feliz
y nada me distraía
ni siquiera la hermosura
salvaje del paisaje que divisaba
desde el salón
del hotel donde me refugié.
II
Hoy inició un viaje
interestelar, sin equipaje,
desde mi salón
por unas tierras salvajes
donde nada es lo que parece,
aunque todo es auténtico,
ni nadie es como es
porque todos, todos
llevan disfraces
de fantasía donde esconden
su verdadera identidad
para poder pasar desapercibidos
y obtener el gran perdón
de aquellos que hablan
sin decir nada
aunque hablen demasiado.
JOSÉ LUIS RUBIO
Revista poética Azahar, nº 133
Hace 4 horas