Tu voz es otra cuando llueve. Alcanza un matiz de calandria que se demora en el viento, o sabor de sábado en la tarde cuando vuelve un viejo amor. Es cuchillo que encinta la noche en cifras, flecha que nunca llegará a la piel, camino que no vendrá a la muerte, candela de alondras que arpegia nuestras almas. Ella hará el amor con mi nombre, cuando yo solo sea ceniza que siga pensando en ti…
Victor Diaz Goris
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