Nada es tan complejo como la vida.
Meses y años soportando tanto dolor.
El daño ya está hecho y mi corazón aguanta.
Soy mujer guerrera.
En guerras y batallas, todavía algunas gano.
Pero por sobre todo por los que amo.
Me ganan por mi forma de amarlos y adorarlos.
Ellos son mi credo y mi oración.
Vida llena de altibajos a destajo.
He luchado contra viento y marea y aún seguiré haciéndolo si fuera preciso.
También por ti desde que te vi.
Como un navegante en un bergantín luché por ti.
Los dos lo hicimos.
Los dos lo hicimos en cuanto nos vimos.
Aún sigue en nuestros corazones este sentimiento vivo.
María Antonia Moyano Oliveros
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