Recuerden que fui un animal pletórico
de impulsos y destrezas—
un árbol frondoso de saberes y deseos—
un surco vivo, una pendiente al acaso—
el ocaso de un breve sol.
Si me guardan en una caja
pronto seré carne triste
y peor aliento.
Sólo la materia del sol nos libera
de las lindes del espacio —
y también del tiempo.
ALBERTO A. ARIAS -Argentina-
Compartido por Rolando Revagliatti
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