Él y ella caminan en sentidos diferentes y se cruzarán. Desde antes se miran y cada uno deja constancia visual al otro de haberlo visto. Se detienen. Se quedan inmóviles en medio del río de transeúntes que forma la corriente a su alrededor. Están a entre cinco y diez pasos uno del otro. Se recorren con los ojos. Se detallan. Él sonríe. Ella sonríe. Son sonrisas casi imperceptibles. Él decide regresarse sobre sus pasos. Ella no sigue su propio camino sino que también decide regresarse sobre sus pasos. Ahora caminan en sentidos diferentes pero no se cruzarán. Quizás no se han mirado, por lo que no han podido dejarse constancia de que se han visto. Quizás el quedarse inmóvil sólo está relacionado con cada uno sin vínculo con el otro. Quizás no se han recorrido con los ojos ni se han
detallado. Quizás nunca se han sonreído imperceptiblemente. Quizás no se regresan sobre sus pasos. No se regresan. Quizás no… Él y ella caminan en sentidos diferentes y se cruzarán…
Del libro Bla bla bla bla bla sobre el amor de
FRANCISCO GARZÓN CÉSPEDES
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