No tengo inicio. Siempre he sido.
Mi génesis, amalgama de quantums estelares y esquirlas de aliento Universal.
Gravito sobre sombras y caos de antiguas edades geológicas, sumergidas bajo estratos de tiempos sin tiempo.
Alevines sembrados en mares pretéritos, seres unicelulares evolucionados, germen de vidas futuras.
Genética de dioses marinos amalgamados en mi sangre; figuras prosaicas hundidas en profundidades de sombras y luz, hervideros de vidas creando vidas.
Habitante de palacios coralinos, olas, aguas salobres, plantas y plancton, luz que alimenta verdades.
El océano es mi hogar, origen, destino y sepultura.
Animal Celeste, corazón de perlas, piel de nácar.
Mi ser deriva en cardúmenes, agitando aletas ventrales, girando en círculos concéntricos para que el
mar les cante odas de espuma y arena.
El sol agitado por su trote vespertino suda gotas carmesí y violetas.
Los violines del viento deshojan estrellas amarillas, niñas tímidas , mirándose en el espejo de la inmensidad.
Soy Animal Celeste ser cotidiano vertido en el molde de su humanidad.
Elí Omar Carranza Chaves -Costa Rica-
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