Amiga me provocas esa sensación de miedo a mí mismo, no puedo controlarme cada vez que te veo, lucho conmigo mismo, por no abrazarte, besarte y hacerte mía.
Hasta en sueños te deseo. Perdona mí osadía.
Lo sé, muero por ti, sin ti. Eres mí néctar y mí ambrosía.
Eres todo para mí.
Y además... eres mi muerte platónica
Pues sin saberlo tú...muero por ti.
Antonio Fco. Rodríguez Alvarado
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