De mirada penetrante
un poco inquietante
no la llegué a conocer
tan solo la pude ver.
Era extranjera,
no sé de donde,
pero a bien seguro
que era de fuera.
Un beso suyo, recibí
y con ese gesto, ella
se convirtió en mi estrella.
Sé que no vive en la capital
que no lo pasa mal,
y convive en pecado
con un dueño de un supermercado
siendo feliz
y viviendo como una emperatriz.
Oigo comentarios
incluso en telediarios,
que vendrá de nuevo
y pienso
¿quién le hará el relevo?
pues no están muy bien avenidos
en una situación
que provoca conmoción.
La veo llegar, llorosa,
incluso, a ratos, temblorosa
no salió como ella esperaba
pues era el hombre
con quien siempre soñaba.
La espero en mi piso
pues verme, siempre quiso,
y la espero en el rellano
tocando el piano.
Al oír las letras musicales
que son, para ella, especiales,
rompe a llorar
y yo, corriendo,
la voy a encontrar.
Nos fundimos en un abrazo,
nos dimos un fuerte beso,
y al final de la jornada,
solo quedó en eso
un Amor,
lleno de color.
JAUME ALEGRE LASTERRA -Barcelona-
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