No compares tu clase con la mía,
no me digas que tengo que cambiar
cuando, tú, eres un diablo cada día,
que ni intentas siquiera respetar.
Se me niega el dominio de mi vida,
me sacaste los soles de mis ojos;
soy culpable de perder reprimida.
tanto tiempo sumisa a tus antojos.
Tu egoísmo te ciega el corazón
y te crees que por tu amor me muero,
pero debes entender mi razón
siendo tú tan canalla y traicionero.
Aquel tiempo fingiste ser decente
aunque yo no te hacía mucho caso,
pero tanto fue el cántaro a la fuente
que yo un día te dije sí me caso.
Cuantas veces maldiciendo aquella hora
de caer, por imbécil en tu red,
he sufrido encerrada, como ahora;
y ser libre no puedo en la vejez.
Reconozco haber sido tan cobarde
de quedarme contigo sometida,
ya que para mí es demasiado tarde
empezar a vivir distinta vida.
Ni siquiera retengo los recuerdos
de sentir el amor enamorada,
por los ratos de tantos desacuerdos
que imponía tu mente tan malvada.
Eres un hombre con la cabeza hueca,
que te cierras por no aceptar la idea
de que mi mente no la tengo seca
y que la empleo activa en lo que sea.
Eres terco, bastante en lo que indicas,
más, no te hago caso sin la razón
y tampoco te escucho si me picas,
no merece sufrir mi corazón.
MARÍA SIRENA MATRÍ MAR -ESPAÑA-
No hay comentarios:
Publicar un comentario