Anoche soñé contigo,
hasta el alba en un sueño,
y aunque recuerdo a tramos,
sé, que en general, me gustó,
¿recuerdas cuando el mar,
nos mostraba en su espejo?,
dos jóvenes enamorados
y la luna en nuestro reflejo,
y, aunque en el sueño,
no se mostraba aquel amor,
yo sí que lo sentía al soñar,
en el sueño podía ver,
como de forma furtiva,
te besaba por primera vez,
con esa inocente certidumbre
de ser correspondido,
levantando nuestras pasiones,
y un amor sellado de por vida,
te veía sonreír con mis tonterías,
travesuras solo con ese fin,
porque sabía que tu sonrisa
era la sal de mi alegría,
soñé, con nuestro primer viaje,
la confusión en el aeropuerto,
tantas horas de aquel avión,
y un lugar donde el idioma,
je je, bueno, el idioma eras tú,
justo antes de despertar,
soñaba con las noches de San Juan,
aquellas en las que nos bañábamos
en una playa olvidada y lejana
desnudos bajo las estrellas,
y la luna llena que nos miraba,
mirábamos el cielo hasta el alba,
esa luna furtiva se despedía
con un “-hasta mañana”,
mientras nuestra hoguera cedía,
... y entonces desperté,
desperté de ese bonito sueño
con el corazón lleno de amor.
Y así, he decidido caminar hasta aquí,
para contártelo y compartir contigo
estos bonitos sueños de nosotros,
... y te he traído estas rosas, once,
una por cada año que te fuiste,
¡ah!, y te he limpiado la lápida,
que, ya sabes, los vientos y la arena,
también he traído agua para el jarrón,
el de las rosas, para que te aguanten,
hasta mi próximo sueño contigo.
Angel L. Alonso
No hay comentarios:
Publicar un comentario