domingo, 5 de agosto de 2018

88


Si embriagarme de tu aliento,
es mi destino,
lo acepto,
en la cálida geografía,
de tu cuerpo cincelado
por orfebres del paraíso,
me extraviaré explorando.
Si tu boca en llamas,
me arrastra hacia el averno,
arderé feliz,
sumergido dentro tuyo,
viviendo el mundo,
en las ventanas de tus ojos.
Tú el Edén, yo el Fauno,
habitando allí eternamente,
navegando la corriente de pasión,
que despiertas desde adentro.
Y cuando la fría noche,
nos cubra por completo,
desde las cenizas tibias,
reviviré nuestro fuego,
con el corazón tallado,
por el calor de tu pecho.

José Luis Gareis

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