sábado, 6 de mayo de 2017

REFUGIO SIN CERCA


Qué malvado me sentí
cuando después de toda una vida sin valor para los otros,
buscaba una hermana para mí
y no era capaz de encontrarla
ni había nadie que no me viera tan horrible
que no necesitara mostrarme su ira,
cuánto fui reprobado, qué repugnante parecí
solo por pedir amor
con la desesperación y urgencia del mendigo,
pensaban que era un mezquino ladrón
quien estaba sediento por dar, quien nunca pudo robar
porque en lo más irrenunciable de su fundamento,
había un ansia de demostrarse libre,
dueño de un espíritu desembarazado,
creí que no merecía el refugio de mis semejantes
y amargado, veía perpetuarse
como una fatalidad mi soledad,
contemplando tu mirada en las fotos, supuse en tu alma
la misma añoranza que envolvía a la mía en la desolación,
anhelé consolarla con mi afecto infinito y real,
sin pedir nada a cambio, solo porque tu verdad era la mía,
cuando pareció que te habías ido, te ataqué con furia bestial
creyendo que no me pagabas lo que había querido darte
pero después de que me advirtieras
el daño que mi venganza te había hecho, sufrí un martirio
y una tarde que regué mi tierra,
me caían lágrimas por el camino,
avergonzado de mi estupidez, que me había hecho olvidar
que ha de ser por amor y no por codicia
por lo que se quiere a una mujer.

LUIS RAFAEL GARCÍA LORENTE -Orihuela-

No hay comentarios:

Publicar un comentario