domingo, 14 de mayo de 2017

PAUSA PRIMERA PARA ESCUCHAR A SABINES


Un hombre pobre, pobre, se busca en el espejo
como si no supiera, el pobre,
que todo está a oscuras, ciegamente a oscuras.
Mas se resiste y grita; grita, gesticula, grita,
como perro agusanado aúlla como perro desperrado.
Sufre como puta sin marido y con deudas ancestrales,
que sufre con las piernas abiertas para aliviar sus males
y se abre, se trastea, se empuerca.

Un hombre miserable y descastado
encarga su alma al Diablo
pues ha visto cara a cara a la ternura
y le duele de inmediato
porque es un hombre pobre,
un pobre hombre solitario.

Del libro Amatoria Saga de Eduardo Añorve
Publicado en Periódico de poesía 97



No hay comentarios:

Publicar un comentario