sábado, 6 de mayo de 2017

MAX AUB Y LA IZQUIERDA DE VANGUARDIA PURA


La decisión del Ayuntamiento de Madrid de retirar los nombres de los dramaturgos Max Aub y Fernando Arrabal de la denominación de las salas teatrales del centro Matadero, ¿modernismo o ignorancia premeditada?

Max Aub Mohrenwitz (París, 2 de junio de 1903 – Ciudad de México, 22 de julio de 1972) destacado escritor hispano-mexicano que mantuvo a lo largo de su vida cuatro nacionalidades: alemana, heredada de sus padres de origen judío; francesa, por nacimiento; española, al afincarse su padre en Valencia en 1914, siendo Max menor de edad, y, finalmente, mexicana, por elección propia, al exiliarse tras la Guerra Civil Española

En enero de 1939 se exilió a Francia, donde ultimó el rodaje de Sierra de Teruel junto a André Malraux y comenzó la redacción de Campo cerrado; pero en abril de 1940 fue denunciada como comunista, aunque al parecer nunca lo fue. El 18 de mayo de 1942 abandonó el campo de Djelfa y se dirigió a Casablanca, donde el 10 de septiembre embarcó en el Serpa Pinto rumbo hacia Veracruz, México, No pudo regresar a Europa hasta 1956 y a España no volvió, por primera vez después del exilio, hasta 1969 en lo que fue un reencuentro agridulce del que dejó testimonio en su punzante dietario La Gallina Ciega (1971).

Max Aub, pasión por Benito Pérez Galdós

Pese al endiosado, independiente de ser buen articulista, Paco Umbral, Premio Cervantes gracias a las misericordiosas influencias, especialmente de Cela, fruto de sus elogios y súplicas. Luego, como la vida, también pese a todo es bella y continúa añoranza, junto al riesgo propio de la humildad periférica, me permito escribir sobre el universo de Max Aub, sencillamente porque más que un exiliado, que ya es un dolor  de cuerpo y alma, fue como tantos otros españoles un trasterrado y  excelente prosista nada garbancero.

Lo de garbancero va porque el libro del que comento  que trata sobre Pérez Galdós, arrastró como un sambenito este calificativo. El libro nos ofrece unas reflexiones  del autor de La gallina ciega, dedicadas a este inmenso novelista y gran dramaturgo que escribió una hermosa obra literaria y testimonial a caballo entre dos siglos de historia y desvivir de España.

Max Aub también fue un escritor que se desvivió por esta tierra que insistentemente sueña con dar el salto hacia adelante, pero que paralelamente soporta la querencia del  retroceso  al pasado autoritario, como bien se palpa en los medios públicos camino de convertirse en cortijo mediático y poco amante de la democracia. Max Aub - como señala en el prólogo del libro Francisco Caudet Roca -, hasta comienzos de los años treinta “había militado en las vanguardias, se decantó a partir del comienzo de la guerra civil, por la escritura realista y en su punto de mira estuvo, era inevitable, Galdós. En el prólogo a Conversaciones con Buñuel recordaba: “Las escuelas de “vanguardia” me hirieron a mí antes que a él (a Buñuel) y la dejé. Y, sin embargo, recalamos los dos en Galdós”.

Esta obrita  primorosamente editada contiene una introducción a la famosa novela de Don Benito, “Doña perfecta”, donde el introductor expone el realismo galdosiano, cómo “El novelista recibe del público la primera materia y la devuelve artísticamente transformada, como aseguró Galdós en su discurso de ingreso en la Academia”, a lo que Menéndez y Pelayo adujo en su respuesta: “El público colabora en la obra del orador, colabora en la obra del dramaturgo; colabora también, en la obra del novelista. Y esta colaboración, cuando es buscada y aceptada de buena fe y con la sencillez de espíritu que suele acompañar al genio, le engrandece, añadiendo a su fuerza individual la fuerza colectiva”. En el caso del autor de Fortunata y Jacinta debemos tener en cuenta  que al formarse la conjunción republicano-socialista, Galdós tomó, continua explicando Aub, parte más activa en la vida política española; de la  mano de Pablo Iglesias vino a decir que no había otra solución futura que el socialismo: su condición republicana le costó el Premio Nobel, a cuya concesión se opuso Alfonso XII.”

El resto del libro lo componen una Reseña de Marianela, otra de La loca de la casa y un texto en francés sobre Nazarín. Esta joya literaria es una edición conjunta entre la Fundación Max Aub de Segorbe y Casa-Museo Benito Pérez Galdós de Las Palmas de Gran Canaria, que en palabras de su directora Rosa María Quintana, representa “la línea de la Asociación de Casas-Museos y Fundaciones de Escritores, el trabajo conjunto será un factor de progreso cultural”, razón de su nacimiento y para proyectos con los que lograr un desarrollo y conocimiento más expansivo. Ahora, la considerada izquierda pura y revolucionaria, lo elimina hasta del justo recuerdo. Esto me recuerda, lamentablemente a Hitler, Franco y Stalin. Lo siento.

Francisco Vélez Nieto
Publicado en MUNDIARIO.

No hay comentarios:

Publicar un comentario