jueves, 4 de mayo de 2017

LLUVIA


Lluvia, mojaste la tierra de la nostalgia, brotó aquel silencio contando lo que se creía olvidado, susurró una sola palabra y se derribó el mundo creado, las manos del sentimiento ataron la calma, quedé sin defensa ante ráfagas de recuerdos inolvidables.
Lluvia, trajiste el aroma de unos labios despertando desearlos en los míos, morder su aliento fresco y hambriento, recorrerlos lentamente aprendiendo su abecedario, detenerme en la fuente cálida de su piel sin fin, besarlos con pasión y ternura hasta perdernos en un suspiro total.
Lluvia, dejaste vivo el deseo, provocarte las caricias rebeldes, inquietaste las manos con el calor húmedo de aquel cuerpo dormido, alborotaste el clima seco deseando ser tormenta en la selva de la tentación.
Lluvia, secaste la cordura, y cómo niebla se levantó el romance fiero escondido detrás del sol que guarda secretos, y esconde los deseos.

Luis Emilio Tiguila Robles -Guatemala-

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