las escuchamos
en medio de la noche.
El tío Toño nos dice que
son estrellas fugaces.
y cuando Yani pregunta por qué tantas
suenan como disparos de arma,
el silencio entra & Yani sonríe
porque la última estrella que
cayó
en
nuestra
calle
hizo a los verdaderos hombres gritar
y mientras las estrellas
suenen así, dice,
es mejor que se queden
como estrellas titilantes
prendiéndose
y
apagándose
sin peligro
en
el
cielo,
donde
no
hay quien
las
pueda
escuchar
caer
como
un
cuerpo
que se estrella
desde
la noche
en
un
cruel
amanecer.
Jose B. Gonzalez -El Salvador-
Compartido por Xánath Caraza
Publicado en Periódico de poesía 97
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