miércoles, 20 de mayo de 2020

LA INDELEBLE FUENTE DE VIDA


Madre, ¡¡fuente del alma mía!!,
la del cielo la más querida,
eres causa de mi alegría
y la luz que guía mi vida,

¡serás inicio de mi día
y la umbral más preferida,
quien me da paz y tu valía!,
aunque vivas adolorida.

Por tu indeleble sangre vivo,
y tengo alma y corazón,
¡eres el canto del olivo!

y la luz tenue en mi camino
que me ilumina la razón,
para brillar en mi destino.

Madre de vida,
de mis cielos y de mis vientos,
la que llevo en mis pensamientos.

José Manuel Quintero Rojas

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