Ella le pide a él que no la bese en el cuello a menos que estén en medio del acto sexual. Que no la bese en el cuello pretendiendo iniciar el rito del sexo, pretendiendo encender el deseo. Que en el cuello la bese sólo después, en el interior de la ceremonia de los cuerpos unidos. Ella ya se lo ha pedido antes. No puede recordar cuántas veces a lo largo de los años. Le ha explicado que no sabe por qué. Que un beso en el cuello se le vuelve insoportable. Le genera tal tensión que en el pasado ha llegado a empujar violentamente a quien ha insistido. Ella ya se lo ha pedido por favor y vuelto a pedir. Y ahora está ocurriendo y ella no logra creer que ocurre.
Del libro Bla, bla, bla, bla, bla sobre el amor de FRANCISCO GARZÓN CÉSPEDES
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